Las ideologías son creencias, valores y
prácticas sociales que configuran la forma de ver, comprender y pensar acerca
de la realidad. Estas hacen que las personas tengamos una forma de ver
la sociedad condicionada. Desde niños crecemos, muchas veces sin ser
conscientes de ello, en una o varias ideologías que con los años podemos ir
reafirmando o abandonando. Estas creencias nos son dadas por el entorno. Hay
muchas ideologías en el mundo. En el trabajo de clase nos centraremos en el
Sexismo, Racismo, Igualitarismo, Recreacionismo, Culto al Rendimiento, Culto al
Mesomorfismo y Culto a la Delgadez.
El Culto a la Delgadez es una ideología
moderna, basada en los trastornos alimentarios para conseguir un cuerpo
delgado, que para aquellos que siguen esta ideología, es la perfección. Si
echamos la vista atrás y no muy atrás podremos ver los cuerpos que
actrices como Liz Taylor, Marilyn Monroe y Sofía Loren (entre otras) lucían.
Mujeres guapas con mofletes y con curvas, pechos, caderas y nalgas con sus
consecuencias naturales como la celulitis y pechos caídos "No hay
mejor aderezo que la carne encima del hueso” se solía decir.
En la década de los 70 se empiezan a ver
cuerpos delgados y muy finos. Se deja de lado la imagen saludable
de las mujeres con curvas, y empiezan a luchar por un cuerpo delgado, sin
carne, solo hueso y piel. Esta moda propiciada por el mundo de la moda principalmente y aprovechada
por el consumismo empieza a ser preocupante cuando la moda pasa a ser una
enfermedad.
Aparecen, en unos años en que en los países desarrollados no faltan alimentos, unas
enfermedades que consisten en no ingerir alimentos, la anorexia y en devolver
después de ingerir una excesiva ingesta de ellos, bulimia. Hay incluso páginas
dedicadas a estas ideologías, Pro-Ana y Pro-Mía, como las llaman sus seguidoras
(al final os dejo un enlace para quien esté interesado en cómo se vive esta
ideología y sus barbaridades desde dentro) la mayoría niñas y adolescentes. Defienden su ideología apoyándose unas a otras y dándo trucos para comer menos. Hay incluso dietas en las que la ingesta de todo el día, a parte de agua, es una infusión de manzanilla. Según ellas, "hay que beber mucha agua, porque el cuerpo sin agua se muere, pero sin comer no pasa nada".
La obsesión por ser como las raquíticas
modelos y actrices que aparecen en televisión (la mayoría de ellas operadas y
con dietas y tratamientos esperpénticos) y que además son retocadas mediante programas
informáticos van calando, no solo en las mujeres, sino también en las
adolescentes y niñas. En una etapa tan delicada como es la adolescencia tanto
mental como físicamente, donde nos sentimos inseguros y vulnerables y el cuerpo de las mujeres cambia, el hecho
de ver cada vez más en el entorno las constantes referencias a la delgadez como
garantía de éxito, condicionan a las jóvenes a creer que solo triunfarán y solo
podrán ser felices si adelgazan, haciendo que ellas mismas tengan una visión
distorsionada de su cuerpo.
El consumismo quiere llegar a las mujeres
mediante productos con los que ellas serán más felices perdiendo peso. Lo más
común es ver en televisión anuncios orientados a mujeres que quieren bajar de
peso, cuando realmente se nos está presentando a una mujer delgada, que incluso
le faltan kilos, comiendo cereales de dieta.
Pero, ¿Qué hay detrás de todo esto? Desde
niñas, en las películas Disney y programación infantil, hemos visto el
prototipo de princesa: una joven delgada, guapa, seductora, dulce y obediente
que necesita a un hombre a su lado, el príncipe, que la defienda de todos sus
males. Ella es joven, delgada, sumisa, no lucha, no se queja, espera a que su
príncipe la salve para ser “libre”. Realmente el mensaje es que nosotras
debemos dar aspecto de debilidad para atraer a los hombres. Quizás esa sea la
base de todo este culto a la delgadez para tenernos más sometidas, controladas
y conseguir que seamos manejables.
El mensaje está tan calado en la sociedad,
que cuando buscamos en internet el nombre de una mujer bella delgada como
Angelina Jolie, las mujeres la alaban. Por el contrario, cuando buscamos a una
mujer bella, con cuervas (Cristina Pedroche) y algún kilito de más, las críticas
sobre ella empiezan a llover, llamándola gorda, obesa o recomendándole que haga
dieta. Y yo me pregunto, ¿Cuál de las dos transmite una imagen más atractiva,
más sana y más real? Comparad vosotras y vosotros mismos.
Las casas de moda, tiene mucho que ver en
ello. Mike Jeffries CEO de la cadena de
ropa Abercrombie & Fitch, hizo unas declaraciones en Abril del año pasado
en las que explicaba el éxito de la marca: "Mis
tiendas tienen éxito porque no contrato a gordas y porque viene gente
guapa". Este señor pretende que todos sus clientes sean guapos y
delgados. Practica la discriminación por tallas con descaro, sintiéndose orgulloso
de ello y atribuyendolo al éxito de su marca. Las tallas más grandes han
desaparecido en el caso de las mujeres, pero no en el de los hombres, ya que es
su forma de llegar al público conformado por algunos deportistas como los jugadores de básquet.
El año pasado, en el desfile de Marca
España, una modelo extremadamente delgada desfiló con un vestido de novia de
Vittorio & Luccino y una tapa en la mano para promocionar la comida
española. Sin embargo, la mujer causó desagrado entre los asistentes y el caso
se hizo muy sonoro, puesto que España ha sido el primer país en luchar contra
los “Desfiles de Esqueletos”, exigiendo un mínimo de talla para desfilar. Aquí
os dejo una foto de la modelo.
En el caso contrario encontramos el caso de Robyn Lawley, una
modelo Australiana que mide 1,80 y pesa 81 kg a quien todos rechazaron por ser “”gorda”
y que finalmente encontró su sitio en el mundo de la moda de tallas grandes. En
una entrevista con Ellen Degenerers, ella habla de que ama su cuerpo, que se
quiere a sí misma tal como és. Habla de lo importante que és que las mujeres
aprendamos a querernos tal y como somos, al natural, con nuestro peso idóneo,
dejando de lado dietas, estrés y controles absurdos. Aquí os dejo el vídeo por
si quereis verlo. Vale la pena.
Para dar luz a esto, no se me ocurre mejor forma que empezar a
querernos tal y como somos, dejando a un lado los cuerpos de los demás, pues
cada persona tiene una cuerpo, no va a tener más y hay que amarlo y cuidarlo.
Analizar los consejos de revistas, webs o blogs de moda, anuncios y pensar
objetivamente, con raciocinio lo que buscan en nosotros. Hay que "ponernos las gafas de Sol" y advertir lo que se nos muestra.
Me parece un análisis bastante profundo y muy bien tratado de la ideología "culto a la delgadez". Este problema sociocultural es de los que mayor influencia causa en el entorno de la mujer, llegando a ser obsesivo en muchísimas ocasiones. Pero lo que más me preocupa es cuándo va destinado hacía la mujer adolescente o hacía las niñas que debido a la inmadurez propia de la edad aún no son capaces de sopesar todos los contras que produce esta tendencia.
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